viernes, 17 de junio de 2016

Corrado Malanga, Evide ON y el "I Ching"


En este artículo de hoy, vamos a intentar resumir al español el trabajo que recientemente Corrado Malanga ha publicado en italiano. Antes de leer este artículo aconsejamos haber leído nuestro anterior artículo donde expusimos los nuevos conceptos que el profesor Corrado Malanga plantea en su trabajo titulado Evideon.

El I Ching es un sistema de adivinación chino que se pierde en la noche de los tiempos. También llamado "Libro de las Mutaciones" o "Libro de los Cambios", cuyas referencias históricas nos remontan, con toda seguridad, más de cuatro milenios. Los expertos aseguran que este sistema de adivinación, es producto de más de un autor.

Según cuenta la leyenda los 8 trigramas principales fueron descubiertos en la concha de una tortuga sagrada. Este arte adivinatorio oriental esta estrechamente vinculado a la visión del mundo de la filosofía china y en especial en todo lo relacionado al cambio y al azar. El I Ching fue introducido en Europa en 1705 por Gottfried von Leibniz que ve en aquel simbolismo (linea discontínua = 0; linea unidad = 1) un perfecto ejemplo de numeración binaria.

Como casi todo el mundo sabe, el I Ching sería el primer ejemplo de código binario del mundo, descrito con la ayuda de líneas discontinuas y continuas en sucesión. La línea discontinua y la continua, representan los dos valores de la dualidad y la secuencia de las dos líneas describen la realidad virtual. La línea discontinua Yin y la continua Yang forman conjuntos de diferentes trigramas que sucesivamente dan origen a los hexagramas.

Los sesenta y cuatro hexagramas (63 + 1 : número de arquetipos según la fórmula general de 3n + 1) nos describen lo que es y, a través de un mecanismo de modificación, también nos describen el cambio. De las 6 líneas que componen el hexagrama, sólo la tercera y la sexta se pueden cambiar y vamos a ver que este aspecto del oráculo se incluye en la descripción evideónica de la estructura universal. De hecho, los vectores 3, 6 y 9, caracterizan las propiedades del eje de la energía del Evideon, que es el único eje que puede ser cambiado, según la teoría de Corrado Malanga expuesta en su trabajo "Evideon 3".

Los trigramas obtenidos con este sistema son 8 y se dan a continuación con sus significados arquetípicos alegóricos.

 

También debe hacerse hincapié en que estos trigramas están asociados a los colores fundamentales y a las posiciones espaciales correspondientes a los tres ejes que utiliza el catedrático italiano desde que desarrolló Evideon 1. Muchos autores habían intentado relacionar los colores y los números binarios con los 8 trigramas, sin seguir ningún criterio en cuanto a la colocación de los colores en cada uno de las coordenadas espaciales. El profesor Malanga nos da dos claros ejemplos de este descontrol que hace décadas se arrastra:





Pero si aplicamos la disposición de los colores descrita en el modelo de Evideon, podemos colocar sin ningún problema cada uno de los 8 trigramas junto a su correspondiente color en cada uno de los 8 vértices del cubo del que ya habíamos hablado en Evideon 1. Corrado Malanga afirma que existe inconscientemente una correlación arquetípica entre color, posición espacial y los Trigramas.



Los colores tienen su correspondencia con números binarios, pero también el I Ching es un sistema binario, y es posible notar fácilmente cómo todo el tablero es comparable al valor 1, mientras que la línea discontinua está conectada al valor 0 (cero).
Como hemos demostrado en trabajos anteriores, el cubo de color se puede construir mediante la colocación de los colores primarios en el centro de cada cara del cubo. En este contexto, los colores blanco y negro se superponen para terminar en el medio del cubo color. Este tipo de representación se superpone perfectamente a la estructura cúbica presentada en Evideon 1.






Se puede por lo tanto notar fácilmente que, dentro de la visión evideónica, las secciones continuas y discontinuas del Trigrama, se corresponden  perfectamente con los interruptores on-off correspondientes a los vectores de color. En esta óptica, los Trigramas poseen 3 líneas que numeramos de arriba hacia abajo con los números 1, 2, 3. El vector representado por la línea 1 corresponderá con el rojo, el 2 al verde y el 3 al azul. La línea discontinua representará un interruptor off (apagado) mientras que la continua un interruptor on (encendido). Se dará cuenta de que el color azul se representa con el interruptor rojo y verde y se volvió azul. Así que el color amarillo sea la imagen especular del Trigrama azul que tendrán los vectores rojo y verde on y el azul off.

En este contexto, se conecta la representación del mundo evideónico con la representación del mundo chino, a través del Libro de las Mutaciones. Además cada color es la representación de la suma vectorial de los tres vectores de color, aquí es donde la geometría de los signos del Trigrama está perfectamente contemplada en el modelo utilizado. Así, una vez más, todo parece geometría. También pueden entender el significado original de los Trigramas pero sobre todo se puede conectar la tabla general de los 64 colores principales con los hexagramas correspondientes.


Una vez que la geometría evideónica se ha unido a la geometría china del I Ching, podemos entender mejor todos los otros intentos que los científicos han hecho para conectar la máquina adivinatoria china con muchos aspectos de la ciencia moderna, ligados irremediablemente a los aspectos de la dualidad aparente.

Hasta aquí este primer capítulo del más reciente trabajo de Corrado Malanga. En próximos artículos intentaremos seguir compartiendo el resto de capítulos donde Malanga relaciona su querida tabla periódica de elementos y la estructura del ADN con Evideon.
 Johnny McClue



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